Como proteger nuestra herencia. El Fideicomiso.
Con esta figura hereditaria podemos proteger nuestro patrimonio al morir durante dos generaciones de herederos.
Es una buena opción, entre otros casos, cuando los posibles herederos son menores de edad
Intervienen tres figuras: la persona que otorga testamento (fideicomitente), la persona designada para conservar el caudal hereditario (fiduciario) y la persona que finalmente recibe la herencia (heredero final o fideicomisario)
Quien otorga testamento designa un fiduciario para que conserve el caudal hereditario (en todo o en parte) y lo transmita al heredero final o fideicomisario.
La persona designada para conservar el caudal hereditario (fiduciario), puede disponer de la herencia durante el tiempo que sea designado como fiduciario si así lo dispone quien otorga testamento, o simplemente debe conservarla hasta que pase al heredero final cuando se cumplan las condiciones impuestas por quien ha otorgado el testamento (fideicomitente).
Por ejemplo, el fideicomiso se puede utilizar cuando la persona que queramos que herede es menor de edad, o bien en aquellos casos en que se quiere impedir que la herencia pase a los miembros políticos de la familia (cónyuges de los hijos).
El fideicomiso se puede hacer sobre toda la herencia o sobre un bien concreto. De este modo podemos conseguir por ejemplo que un bien concreto siga siempre en propiedad de la familia.
Todo ello tiene una serie de implicaciones fiscales que deben estudiarse en cada caso concreto.